Crisis de los fertilizantes
La crisis de los fertilizantes en México, la estamos padeciendo porque la producción de urea es nula. De tal manera que dependemos casi en su totalidad de la importación de millones de toneladas. El uso de abonos orgánicos (la lombricomposta) es una alternativa sostenible.
Este problema, que afecta tanto la producción de alimentos como la economía del país, ha generado preocupación en los sectores agroindustriales y en las comunidades rurales que dependen de la agricultura para su sustento.
A continuación presentamos una tabla con los precios actuales de la Urea, se puede notar incrementos de hasta 40% anual.

El sulfato de amonio es el único fertilizante que se produce en nuestro país. No obstante, se requiere de la importación de grandes cantidades. El programa nacional de fertilizantes, a cargo de PEMEX dista mucho de alcanzar la autosuficienca.
Causas de la crisis de los fertilizantes
El alza al precio del gas natural, ha ocasionado efectos colaterales en los diferentes sectores económicos. Por ejemplo los dedicados a los agroquímicos. Ya que la mayoría de los fabricantes son europeos. México en su condición de importador queda desprotegido ante estos efectos.
Alrededor del 70% de los fertilizantes utilizados en el país provienen del extranjero, principalmente de países como Rusia, China y Estados Unidos.
Los efectos del cambio climático, también contribuyen a esta crisis de los fertilizantes. Por una parte, las tormentas que azotaron a USA en 2020, obligaron al principal fabricante EEUU a disminuir en un 40% su producción, por otra parte la crisis de los contenedores, ha ocasionado incrementos en los precios de transportación.
Los conflictos geopolíticos, las sanciones internacionales y las interrupciones en las cadenas de suministro han elevado los precios de los fertilizantes y reducido su disponibilidad.
Efectos de la crisis de los fertilizantes
Los efectos de esta crisis son profundos y afectan tanto a los productores agrícolas como a los consumidores. En primer lugar, el aumento de los precios de los fertilizantes ha incrementado los costos de producción para los agricultores. Esto resulta en un alza en los precios de los alimentos, afectando la economía familiar de millones de mexicanos y exacerbando la inseguridad alimentaria en el país.
En segundo lugar, muchos agricultores, especialmente los de pequeña escala, no pueden permitirse comprar fertilizantes costosos. Esto los lleva a reducir su uso o buscar alternativas menos efectivas, lo que disminuye la productividad de sus cultivos y pone en riesgo su sustento. Además, la baja productividad limita la capacidad del país para satisfacer la demanda interna de alimentos, aumentando la dependencia de las importaciones.
Finalmente, el desequilibrio en el uso de fertilizantes ha generado impactos ambientales negativos. La aplicación excesiva de fertilizantes químicos o su uso inadecuado ha contribuido a la contaminación del suelo y los cuerpos de agua, afectando la biodiversidad y los ecosistemas locales.
¿Abonos orgánicos o inorgánicos?
Los cultivos no hacen la diferencia al momento de alimentarse con los nutrientes. Es decir, consumen el Carbono o Potasio sin importar de donde provengan.
Una planta necesita estar sana para desarrollarse y cumplir con su misión de vida: nacer, crecer, reproducirse y morir. Por lo tanto, al estar sanas producen sus propias autodefensas (toxinas) para defenderse de sus depredadores.
Cuando una planta no esta sana, es vulnerable al ataque de cualquier depredador (hongos, bacterias, insectos, etc). Sin embargo, la labor del agricultor es brindarle un ambiente saludable.
La buena o mala fertilización de los cultivos depende en gran medida de la cantidad de nutrientes (macros y micros). Las causas son los bajos ingresos del agricultor o precios altos de los insumos. Actualmente, el agricultor destina cerca del 50% o más del gasto de producción a la fertilización y manejo fitosanitario. Como resultado de los altos precios de los agroquímicos se logran cosechas muy pobres.

Los fertilizantes químicos (inorgánicos) liberan los nutrientes de forma rápida, debido a su proceso de elaboración. También Provocan daños colaterales a la salud y a los suelos por su uso irresponsable.
Los abonos orgánicos tienen un proceso de elaboración natural, mediante la descomposición de los desechos orgánicos y la intervención de microorganismos. La liberación de nutrientes es un poco lenta y depende de la actividad microbiana.
En base a esta comparación, resulta muy conveniente el uso de los abonos orgánicos, como la lombricomposta, por ejemplo, ya que por un lado se estarían reduciendo costos y por el otro se fomenta el cuidado al medio ambiente.
Ventajas de los orgánicos ante la crisis de los fertilizantes
– La principal ventaja del uso de orgánicos es el costo de producción, disponibilidad y la seguridad en su aplicación (no se corre ningún riesgo al pasarse de dosis).
– Mayor integración de agricultores en la transferencia de tecnologías (programas gubernamentales, asesorías, etc). Michoacán es un claro ejemplo de la transición de inorgánicos a orgánicos.
– Protección de la salud de la población ante la contaminación de los suelos, el agua, aire y de los alimentos producidos.
Lo más importante, es que la crisis de los fertilizantes, deja de ser un problema en la medida que nos preocupamos por conocer mas a nuestros suelos. Es una oportunidad para reutilizar los rastrojos con alto contenido de macro y micronutrientes, por ejemplo.
La agricultura sostenible y la lombricultura: Soluciones
Fomentar prácticas agrícolas sostenibles y eficientes, como la agricultura de precisión, el uso de biofertilizantes, lombricultura y la rotación de cultivos, puede optimizar el uso de fertilizantes y mejorar la productividad.
La lombricultura consiste en la descomposición de desechos orgánicos, mediante la lombriz roja californiana y microorganismos, cuyo producto obtenido es la lombricomposta (excelente abono orgánico). Por cierto, este abono orgánico se considera hoy en día, el mejor!.
Conclusión
La crisis de los fertilizantes en México es un problema complejo que requiere acciones coordinadas y sostenibles para su solución. Aunque las causas y los efectos son significativos, también existen oportunidades para transformar el sector agrícola hacia un modelo más sostenible y resiliente.
Invertir en producción nacional, fomentar alternativas ecológicas y proporcionar apoyo a los agricultores son pasos esenciales para garantizar la seguridad alimentaria del país y proteger el medio ambiente.
Si se implementan estas estrategias de manera efectiva, México podría convertir esta crisis en una oportunidad para fortalecer su agricultura y reducir su dependencia del exterior.
Video: Lombricultura para principiantes